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La semana Final
Lunes 7 am, los alumnos llegan temprano como cualquier día a la universidad, pero esta vez con los nervios de punta. La razón es muy simple, la semana mas tétrica, la semana que dura un año en el corazón ha comenzado, la semana de los exámenes finales.
Muchos deciden reunirse con sus amigos para intercambiar conocimientos y otros buscan a la persona adecuada y se aseguran de tenerla a su lado en el momento del examen por medio de un arreglo previo o posterior ya sea afectivo o efectivo.
Otros carentes de amigos deciden que al no haber estudiado lo suficiente, tienen que tomar medidas drásticas o de "sobrevivencia", la idea principal escribir toda "pequeña" palabra o frase que no podamos recordar en la mano o en un papel con el fin de proteger nuestra memoria en caso de algún posible olvido, y es que los alumnos son muy olvidadisos y tienden a escribir todo el curso en el diminuto papel.
La hora ha llegado, el futuro de los alumnos en el curso está en juego, "necesito aprobar siquiera con once", dicen algunos, "un diesiseis y me salvo", dicen otros. Las hojas llegan a su destino, algunos leen las preguntas y sienten que estuvieran leyendo el texto escrito en chino o ruso, (dependiendo si el examen es de letras o números), y es en ese momento cuando toda película alguna vez hecha de espionaje sirve de inspiración para burlar al profesor y al mismo tiempo mandar y recoger información a la persona posible, algo asi como la "retórica", pero en un capítulo de "misión imposible", en el que si alguno de los alumnos es atrapado plagiando, los demás desconoceran todo vínculo con el.
La clave Morse, el lenguaje no verbal, silvidos, estornudos, lanzamiento de bolitas de papel con mensajes secretos e incluso gemidos es lo cotidiano en el aula durante el examen y sobre todo el aire de inseguridad, nervios y a la vez de concentración de todos los alumnos allí presentes, casi como si los fueran a fusilar en caso de que reprueben.
El examen terminó, hora de irse y de prepararse para otro examen a la siguiente hora o al siguiente día, caras tristes y alegres se encuentran, "a seguir adelante que nada está dicho", piensan los optimistas, "otra vez este maldito curso el próximo ciclo" los pesimistas, pero una sensación es compartida, el deseo de que acabe esta semana de suplicio, que pronto llegue a su fin, el cual, todavía está muy lejano.
MI HERMANO DEL ALMA, TUS PALABRAS SON MUY CIERTAS Y YA ENTRADO EN EDAD AUN RECUERDO LOS DIAS DE PARCIALES Y FINALES..
ResponderEliminarCLARO COMO SABRAN YO NUNCA PLAGIE.. (VESTE CUN...) BUENO QUIEN NO AUNQUE SEA UNA VEZ...
PERO ESO SI ESAS EPOCAS SON REALMENTE INOLVIDABLES... LA ADRENALINA QUE FLUYE CUANDO EL PROFE ESTA CERCA PARA DESCUBRIRTE ES INCREIBLE..
SIN MAS QUE DECIR .. YA NO PLAGEEN PUESSSSS
Esa foto me ha traído tantos recuerdos de esas épocas universitarias!!
ResponderEliminarMarito lindo (para q no digas q sólo me refiero así cuando hablo de Rodo) es chévere encontrarte por la bloggosfera...jaaaa
un besote
C.W. (ya sabrás quien soy cuando entres a mi blog)